La derrota de Boca despierta otra herida: adiós a una vieja cuenta pendiente, el tricampeonato
El 3 de diciembre de 2006, por la 18° fecha del Apertura, Boca perdió 1 a 0 con Belgrano , en Córdoba. Una semana después, cayó por 2 a 1 con Lanús , en la Bombonera. Tres días más tarde, en una final emotiva, en la cancha de Vélez, Estudiantes consiguió un título increíble. Después de estar en desventaja –en el campeonato, primero; en el partido, más tarde–, el León, conducido por Diego Simeone en el banco y por Juan Sebastián Verón en el campo de juego, logró un triunfo histórico por 2 a 1. Boca sufrió una de las más grandes derrotas de su vida. No sólo perdió el título: extravió la última gran ocasión de alcanzar el tricampeonato, un lauro que sólo tienen River y Racing. Ahora, de pronto, una campaña renovada y un cálculo veloz de calculadora lo encontraban en una sintonía parecida. Boca estaba a la caza del tricampeonato, una antigua obsesión. Sin embargo, la derrota por 2 a 1 con Atlético Tucumán, en su casa, frente a su gente, acabó con todo. También, con el invicto de Gustavo Alfaro.