En 1942 el británico Cecil Miles descubrió en el lago de la Tota, en Boyacá (Colombia) una “especie endémica” y hasta ese momento desconocida. El animal sorprendió al biólogo por su extraña morfología, y al describirlo en su libro Peces del río Magdalena (1947) lo llamó el pez graso (Rhizosomichthys totae).