ROMA.- Si bien siempre hubo una guerra silenciosa entre el papa Francisco y Matteo Salvini, el líder de la derechista y xenófoba Liga, en el Vaticano confían en que la relación con Giorgia Meloni, la gran ganadora de las elecciones del 25 de septiembre y futura primer ministra, será mejor. Salvini, socio de Maloni y famoso por bloquear puertos italianos a los barcos que rescataban a inmigrantes cuando fue ministro del Interior en 2018 y por ponerse una remera con la leyenda “Benedicto es mi papa” en mítines en los que aparecía con rosarios al cuello, nunca tuvo sintonía con Francisco.